ANTI RSE: El INFIERNO TUVO SU SEDE EN BHOPAL

Para la mayoría de los habitantes de Bhopal, un pueblo cercano a Bombay en India, el 2 de diciembre de 1984 fue un día como tantos. No imaginaban que esa misma noche una nube de gases tóxicos se cobraría la vida de 20 mil personas y dejaría seriamente dañada la salud de otras 150 mil.


Los sistemas de seguridad de la planta de pesticidas de la empresa Union Carbide no solo eran deficientes en su diseño, sino que, por reducción de costos, no habían recibido ningún mantenimiento durante ese año. Rasheeda Bi, una sobreviviente de esa noche negra, seguro que hubiera preferido morir antes que pasar por ese horror. "Mucha gente murió ahogada en sus propios fluidos y hay muchas mujeres que todavía están muy afectadas". Otro caso estremecedor: la etnia Karen de Burma, esta localizada en la frontera de ese país con Tailandia. Allí el multipremiado investigador, Ka Saw Wa, fue apresado y torturado en 1988 por los militares. Participaba de una revuelta estudiantil contra el trabajo forzado en una refinería de gas al que estaba sometido todo su pueblo. "Allí todavía la gente es forzada a trabajar contra su voluntad -explico Saw Wa- La violencia es extrema: las mujeres son violadas y las familias son obligadas a trasladarse continuamente. Lo mejor de todo es que nos tenemos a nosotros mismos como comunidad."

Ambos hechos dejan al descubierto la relación indisoluble que existe entre los crímenes contra el medio ambiente y la vulneración de los derechos humanos. En un ejemplo concreto de complementación de ambas temáticas, las organizaciones Greenpeace y Amnistía Internacional desarrollaron un panel conjunto en el tercer día del Foro Social Mundial. Allí los organizadores presentaron dos propuestas que tienen por objetivo de limitar el control de las empresas sobre los bienes comunes y, al mismo tiempo, las responsabiliza de los abusos que puedan producir en materia de derechos humanos, salud

publica y medio ambiente. "La globalización ha aumentado el alcance del poder corporativo, y por eso es más urgente que nunca obligar a las empresas a respetar los derechos humanos", dijo la Bengali Irene Khan, Secretaria General de Amnistía Internacional (http://www.amnesty.org/). En este sentido, destaco el paquete de Normas que Naciones Unidas estableció en agosto del año pasado para regular la protección de los Derechos Humanos en los negocios de las empresas globalizadas. "Son un avance muy importante -enfatizo- en vistas de creación de un tratado internacional que obligue

legalmente a las empresas a tener políticas que preserven los derechos humanos. Es muy necesario buscar estándares de comportamiento corporativo porque algunas empresas, como por ejemplo, las que trabajan con diamantes, son absolutamente impunes".


Por su parte, Greenpeace (http://www.greenpeace.org/) propuso establecer una "Comisión Mundial del Crimen Corporativo", un organismo formado por ONG, empresas, gobiernos y especialistas que realicen un control sobre el comportamiento internacional de las compañías. "Las empresas son responsables y deben pagar si destruyen el medio ambiente o generan tanto sufrimiento innecesario en las personas" dijo Gerd Leipold, director ejecutivo de la entidad.

-Acerca de la propuesta de una Comisión Mundial de vigilancia sobre el comportamiento de las empresas que vulneran los derechos humanos y ambientales (ver nota) ¿Prevé algún tipo de penalidades? ¿Piensan relacionarla con algún organismo como la Corte Penal Internacional?


- Una vez que exista una convención internacional que lo sostenga será posible relacionarla con la CPI y creo que podría ser muy importante tener en funcionamiento una instancia como esa.

- En la visión de Greenpeace, ¿Considera posible que las empresas mejoren su desempeño para ser menos lesivas con el medio ambiente?

-Absolutamente. El sector económico es muy, muy importante en toda sociedad no importa que tipo de organización política tenga. Tal vez uno de las criticas que tengo al Foro Social Mundial es que implícitamente y explícitamente resalta la idea que la actividad económica es mala de por sí.

No se podrá cambiar el capitalismo de un día para el otro y necesitamos concientizarnos que mucha gente consigue empleos en este sistema y que existen muchas pequeñas y medianas empresas que sostienen gran parte de la sociedad.

- Muchas empresas están desarrollando en todo el mundo políticas de Responsabilidad Social Empresaria ¿Cuál es su opinión acerca de esta nueva tendencia?

-Depende de lo que entienda por eso. Muchas empresas del mundo occidental están hablando de eso pero otra cosa es lo que verdaderamente significa.

Creemos que gran parte es palabrería y otro gran parte es voluntarismo pero que aun carece de gran contenido. Todavía es mucho lo que se debe hacer para darle sustancia real a ese concepto. Creo que la Responsabilidad Social Empresaria siempre exigirá dos cosas: por un lado que tenga limites legales y por otro lado que los medios y el sector social mantenga vigilancia sobre las empresas.

-Los desastres ambientales siempre se hacen a escondidas. Que puede contar sobre el método "Bearing Global Witneses" (llevar el testimonio) que Greenpeace desarrolla para hacerlas visibles.

-Es algo que intentamos hacer desde los principios de Greenpeace, no se trata solo hablar de los problemas ambientales en los foros políticos sino estar allí donde se producen los abusos a la naturaleza para protestar contra ello de manera pacifica. Ser testigos en tiempos modernos significa utilizar métodos tecnológicos para documentarlos y hacerlos llegar a través de los medios de comunicación al resto del mundo.


-¿Cómo las nuevas tecnologías de la información colaboran con esta estrategia?

-Es al mismo tiempo un desafío y una oportunidad. Un desafío porque hoy en día existe tanta información que es difícil destacar, y también, porque hay muchas otras organizaciones que lo hacen y se convierten en una "feliz" competencia porque nos han copiado, lo cual esta muy bien. Otro hecho que dificulta nuestra acción es que observamos que en los medios cada vez hay mas entretenimiento y menos noticias. La oportunidad es que tenemos mas gente habla y tiene acceso a distintas formas de comunicación y que
entienden las ingles como una lengua común para millones de personas. Todas cosas que en el pasado no eran posibles.

-Si tuviera que hacer una evaluación, ¿Considera que las empresas están mejorando su gestión ambiental o, por el contrario, están empeorando?

-Indudablemente hay una mayor conciencia, pero eso no resuelve la crisis ambiental, por dos razones: por un lado esta mejora ocurre en empresas occidentales pero los aspectos más sucios de la producción los transfieren a otros sitios. Hay otro aspecto, el impacto ambiental por unidad ha bajado, sin embargo la producción ha subido. Le doy un ejemplo, el caso Mercedes Benz. En algunos coches de lujo el cuero llega de países como Argentina. Se trata de un proceso extremadamente sucio, así que los materiales tóxicos se quedan en Argentina, pero la piel que en si misma es maravillosa se queda en otro país. El mayor coche de Mercedes tiene 700 caballos y un motor mucho más eficiente que el que tenia el coche más grande hace veinte años que no superaba los 200 caballos. Es tres veces y media más potente. Para darnos cuenta en que tipo de lujo estamos viviendo, es como imaginar que en la historia un rey se trasladaba con 700 caballos. A pesar de ser un producto maravilloso con mejor eficiencia en el uso del combustible es tan grande y tan potente que se come lo que se ha ganado en eficiencia.

-Este es un encuentro de la sociedad civil del mundo ¿Qué rol social cree que deben tener las ONG?


-La existencia de las ONG es una suerte de lotería. A no ser que tratemos los temas que importan a la mayoría de la gente no seremos relevantes. Lo positivo de algo como el Foro Social Mundial es que esta clase de encuentros aporta al fortalecimiento de la democracia. Promueve el derecho a hablar, a organizarse y a ser escuchado y nada de esto se puede desestimar. Esto es probablemente uno de los aspectos positivos de la globalización, la sociedad civil global que ayuda a construir la democracia de abajo a arriba. Si no fuese así no seriamos capaces de controlar gobiernos ni corporaciones grandes y poderosas.

-¿Cuál es la estrategia de Greenpeace para Sudamérica?

-No tenemos estrategias regionales porque realmente pensamos que tenemos que ser capaces de rendir cuentas ante las fuerzas globales. Por ejemplo en Sudamérica tenemos un gran enfoque sobre Brasil porque tenemos un gran proyecto en Amazonas porque va a hacer una oportunidad política con Lula a pesar de que hay una decepción por sus primeros pasos pero hay una posibilidad que juegue un rol muy importante aunque estamos muy decepcionados porque Lula no descarta la energía nuclear cuando podría ser un líder en energía renovable

¿Y, sobre Argentina?

Por consenso total dentro de Greenpeace es la oficina mas avanzada y más sofisticada de todas. Todos la miramos con gran admiración y nos gustaría que el resto de Greenpeace fuera tan innovadora. Es un absoluto ejemplo, es la numero uno en nuestra liga.

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