Mundo Digital y responsabilidad de los contenidos

Mundo digital: Nuevo Escenario para la RSE de los Mass Media


“Vivimos en un mundo de Tecnología” es el slogan que como mantra, nos dice una de las cadenas de empresas que más vende aparatos y gadges de todo tipo en Argentina. Cómo impacta este “nuevo mundo” en nuestra vida analógica: de todas las formas posibles. Nuestra vida “smart” se traduce en la caída del consumo de los medios masivos por la creciente oferta y el desarrollo tecnológico del universo de internet, que está arrasando sin piedad, las industrias de contenidos consolidadas en el siglo 20, particularmente las de medios de comunicación. Las discográficas, los juegos, la editorial, el cine, la prensa, y la televisión -al menos como la conocimos hasta hoy- están intentando adaptarse, de todos los modos posibles, al desafiante siglo 21. Y su modo de hacer Responsabilidad Social Empresaria (RSE) también debería modificarse.


No sólo eso, se trata de públicos que además quieren participar y proponer, ser parte de los contenidos, dejar el rol pasivo del receptor para contribuir y colaborar; dejar de consumir, para convertirse en un “prosumidores”. 


Las industrias de contenidos, consolidadas en el copyright, buscan hacer pie en el nuevo mundo comandado por la gratuidad y la apertura. La neutralidad de Internet reza que los bites tienen todos el mismo valor. Hasta Disney compite con “Angry Birds”, un juego de aplicación muy popular, creado por una PyME de emprendedores en el país del norte.




La RSE en el contexto
Los medios de comunicación, como muchas industrias, están enfrentando una crisis, pero tal vez, ésta sea mayor, porque se trata de una crisis de paradigmas para la que no estaban preparados. Mamuts esplendorosos del siglo XX, Internet los obliga a cambios impensados y con pocas soluciones a la vista.


Sin duda que en términos de Responsabilidad Social, las empresas deben responder a la sociedad que los alberga con los mismos compromisos que el resto de las compañías (indicadores diversos: ISO, GRI; Ethos), pero a estas herramientas se les suma que la expectativa de calidad de sus productos impacta en la convivencia social y contribuyen en el fortalecimiento de la democracia. Y en la región se suma la crisis política entre gobiernos y medios tradicionales, variables que sumadas no representan poco desafío.


Los medios de comunicación de masas intervienen en la creación de imaginarios sociales y en el establecimiento de estereotipos o de su erradicación, y afectan a millones de personas. A través de las páginas de la prensa o programas de TV o radio, se pueden visibilizar problemáticas sociales y ópticas de derechos humanos o, por el contrario, seguir por el camino de la invisibilización o la “explotación sensiblera” que espectaculariza y cosifica a quienes son objeto del “negocio” cuando es mal entendido que, a decir verdad, sucede muchas veces.


Es decir, a los medios se les pide más que al resto de las empresas: deben cumplir con sus deberes empresarios, las metas de RSE y, además, saber que están haciendo uso de la comunicación social, que es un “bien público”, más allá que se trate de una empresa privada.


La calidad en los contenidos es uno de los temas principales a considerar cuando se habla de RSE en los medios de comunicación. Se trata de hacer bien el producto como cualquier empresa. Y por calidad se entiende -además de buena factura- la posibilidad de iluminar a otros, de actuar, de movilizar, etc.


Las compañías del sector de la comunicación tienen que respetar y contribuir con el contrato social de veracidad, compromiso y buena cobertura de los temas relacionados con distintos colectivos que prácticamente están ausentes en los medios. Un ejemplo de estas temáticas es el trabajo infantil (del que no hay datos exactos, pero según diversas fuentes, no bajan de 500 mil los chicos que trabajan en el país); la Discapacidad, (con casi 5 millones de personas en esta situación, según el último censo nacional). En este sentido, en la prensa gráfica, según datos de ocho años de monitoreo de 22 diarios de la ONG Periodismo Social, hubo apenas 1% y 1,5% de cobertura en el tratamiento de ambas problemáticas respectivamente. Y en los dos casos, con un 20 por ciento de noticias sin fuentes y pocas (10%) con especialistas.


La violencia, es el tema más tratado por los noticieros de la primera noche con un 50% de cobertura respecto a la niñez y adolescencia. ¿Alguien en su sano juicio puede realmente creer que la mitad de lo que se puede contar sobre los chicos y chicas de nuestro país es sobre violencia? Cuatro de los cinco noticieros así lo entendieron, según el monitoreo de Periodismo Social y la Universidad Austral. Por lo tanto, la calidad sigue ausente sin aviso. Y la calidad del producto es un dato fundamental de RSE. Pero hay datos contundentes y van en correlato: en Argentina, el encendido de TV es de 32%, y ha caído un 38% en los últimos dos años, según IBOPE. Los diarios en el mundo tienen fecha de defunción, en Estados Unidos, el último sentirá la humedad de la tinta en 2017 según los pronósticos más alentadores, en tanto, en Argentina la fecha de los gurúes es 2034.


Presente y Futuro 
Además de todos los aspectos mencionados anteriormente, los medios de comunicación deben cumplir con la normativa jurídica vigente en cuanto al paquete de nuevas leyes de Derechos Sociales: Derecho a la Identidad de Género, Ley de Protección Integral de la Infancia, Ley de Violencia de Género, Ley de Medios Audiovisuales. En todos estos casos, es de desear que los medios brinden espacios de capacitación a sus periodistas y productores en el lenguaje adecuado, para atender la demanda legislativa y social, con el objetivo de erradicar prejuicios que una vez emitidos, lastiman y duelen al cuerpo social. 


¿La RSE de las empresas de medios puede atrasar ese momento? Empoderar a la ciudadanía con herramientas tecnológicas, desde una perspectiva estratégica y con contenido responsable, es fundamental. Las empresas de medios tienen una oportunidad histórica: Comunicar con responsabilidad desde un enfoque de derechos humanos; promover a las comunidades como prosumidores en la era digital; pensar en los miles de proveedores de contenidos, en la era de la colaboración post-copyright, que esperan desde sus teléfonos herramientas para su propio canal de expresión. Cinco mil millones de teléfonos celulares a fines de 2011 dan cuenta de las posibilidades que existen para continuar la expansión, en colaboración con las audiencias,  reforzando la democracia desde las bases.

Internet, fin de la cultura de masas y democracia

La caída del consumo de los medios masivos por la creciente oferta y el desarrollo tecnológico de Universo Internet, está arrasando sin piedad las industrias de contenidos consolidadas en el siglo 20. 

 Las discográficas, los juegos, la editorial, el cine, la prensa, y la televisión, al menos como la conocimos por falta de visión, creatividad y tal vez por auto-profecía, hoy dan manotazos de ahogado para no convertirse  en los tigres protegidos de principios de siglo 21.

Vivimos en tiempos donde se fluye en una hiperconectividad, en un on-off line, rodeados de “smarts” donde pensar que se puede desconectar, vivir en off es todavía habitar en siglo 20.

El mundo y no sólo el occidental está cambiando cada dos años de un modo irreconocible que afecta nuestras costumbres. El ritmo de la tecnología avanza por encima de lo conocido, en TV, por ejemplo, de la grilla de ofertas programada por uno hacia muchos se está corriendo hacia la cultura de muchos a otros. Más la personalización: cada uno elige que y como y sobre todo cuando, rompiendo cualquier molde prefijado. Entonces también se pone en juego la figura del programador y la agencia de publicidad que pauta según horarios y segmentos. Todo se fragmenta, el qué, el cuándo, con quién: el salón y la familia viendo el mismo programa (los Simpsom viendo tele y comiendo papas fritas hace 18 años era una foto de familia), hoy con dos televisiones por casa, mas una computadora y cada chico con un celular, lo aprendido en la facultad no sirve de mucho en este mundo donde prima el deseo y la inmediatez del individuo.

Pero tal vez, estos son detalles de una nueva era de la comunicación donde los diarios ( si sobreviven ) serán aplicaciones de la web, Tal vez lo importante es lo que suceda cuando la cultura del individuo éste por encima de la cultura de las masas, cuando no haya algo en común que comentar entre todos al otro día en el trabajo o la escuela, cuando la fragmentación sea lo que compartamos, y sólo me comunique con mi tribu, con los que les interese las mariposas azules y estén en mi Red Social. O sean de mi club de fútbol. O de mi escuela. Y poco más.

Miremos cinco años para adelante cuando haya menos diarios, menos cines, y la TV sea solo una aplicación a mi demanda que solo yo la veo cuando yo quiero, y me baje mi grupo de música.
Hoy por ejemplo es bastante complicado preguntar una calle a alguien, porque muchos van con auriculares escuchando su propia música. Entonces, ¿quién se va a ocupar de los temas de la gente, del trabajo infantil por ejemplo?, de la discapacidad, que hoy con todo los medios funcionando y con un congreso y un gobierno con 54 por ciento de los votos, tiene de por si poco tratamiento. En la prensa gráfica, apenas un 1,8 por ciento de cobertura, según datos de ocho años de monitoreo de 22 diarios de la ONG Periodismo Social. En ese mundo de la inmediatez que está en ciernes, cabe preguntarse ¿cuál es el futuro de la democracia, sin un control social de medios independientes, con fondos suficientes para hacer control de la gestión pública, descontando que hoy así fueran?
El problema de este tema es que los que suelen pensar en política y en filosofía no conocen los temas de la tecnología o son directamente tecnófobos.

Pero hay datos y son contundentes; en Argentina el encendido de TV es de 32 %, y ha caído del 38 por ciento en los últimos cinco años. Los diarios en el mundo tienen fecha de defunción, el último sentirá la humedad de la tinta en 2017 según los pronósticos más alentadores. En internet se tardó en 2011 más tiempo en bajar música que aplicaciones. Es decir, sin el apoyo de TV y diarios, la música es menos popular que Angry Birds, por eso cabe la pregunta, sin los medios masivos, adonde va la cultura como la conocemos, y más importante: Donde va la democracia como la conocemos? Estamos pasando de una sociabilidad colectiva a 1 sociedad de individuos, ¿cómo esto va a impactar en la participación comunitaria o social?

Primavera Árabe.
Muchos dirán, nunca hubo tantas comunicaciones ni la gente leyó tanto como hoy en día. Es cierto. El celular es el dispositivo que más se vendió en la historia. Y cambio nuestras vidas de un modo rotundo. Hay 6000 millones de líneas activas de teléfonos celulares en el mundo y 7000 millones de personas.
Ese aparatito logró empoderar personas, derribar barreras tecnológicas, gobiernos y dictadores. Levantar las voces de la indignación. Participar en la comunicación. Witness. PH15. TN y la gente. Movimiento Agua y Juventud en 15 países de América Latina.


Chau Mubarak, Kadafi, revuelta en Siria. Indignados en Madrid, Nueva York, Londres, La tecnología no da de comer y la gente se cansa, los celulares son una herramienta espectacular, la más revolucionaria de la historia para conectar personas. Nunca antes paso lo que paso en 2011. De todos modos, debemos estar alertas sobre la ruptura de los lazos sociales formales para el desarrollo de estrategias de las organizaciones sociales desde los inicios. Ahora es el momento. Muchas veces las organizaciones pecamos de ingenuas y de trabajar en lo micro, de no preveer escenarios posibles. Este está en marcha.
La Guerra de Internet: Otro dato, internet también se encuentra en pugna, la web como la conocemos con páginas activas donde prima la gratuidad y redes sociales bajo el modelo Google; y el de aplicaciones pagas bajo el modelo Apple que es más solitario y menos comunicativo están en lucha por el bolsillo de los usuarios pero básicamente por su atención.

El cerebro de la gente, captarlo por segundos es lo que las empresas quieren.
Es la época del mundo donde las estrategias son clave. Conocer, saber y actuar. No puede haber un liderazgo responsable sin un conocimiento serio. Se están poniendo en juego la calidad de vida y los derechos de millones de personas de nuestro mundo.

El mundo no está en riesgo, nosotros lo estamos. El gran pensador Baumman el domingo en La Nación dijo que la enorme mayoría de la gente en el mundo estamos Precarizados, a expensas de los cambios de los mercados. Lo que está pasando en La nube va a definir la calidad de nuestros gobiernos, nuestra cultura y la forma como nos vamos a relacionar. Empoderar a Nuestras comunidades es fundamental desde una perspectiva estratégica con contenido y responsabilidad. No dejemos pasar esta oportunidad. Es histórica.

La TV bajo la lupa



Por Alicia Cytrynblum

Presidenta de Periodismo Social



Periodismo Social transita su octavo año de análisis sobre el comportamiento de 22 diarios en relación a la infancia y adolescencia. Este año dimos un salto cualitativo y por primera vez medimos la calidad de la cobertura de la Niñez en los cinco noticieros de la noche en el área metropolitana: Telenoche, Telefé, Telenueve, América, y Visión 7. Nos pusimos a “mirar” la televisión con un eje centrado en los Derechos tanto promovidos como vulnerados de nuestros chicos y chicas, el grupo que atañe nada menos, que al 35 por ciento de la población del país y cuyo acceso a la salud, educación, y vivienda es el más sensible de las franjas etarias junto a los adultos mayores.

Quisimos ver como los mostraba la Tele, ese enorme penetrador de hogares, siempre encendido, creador de estereotipos o por el contrario, en su mejor versión, (pero en cuentagotas): difusor de derechos. Para eso desmenuzamos noticias, analizamos sus fuentes informativas, miramos cuantas fueron y cuanto tiempo dedicaron a las noticias de los más jóvenes de nuestra sociedad que son quienes más lo necesitan, con que óptica, a quienes atendieron, quienes están en la pantalla o por el contrario a quienes no figuran en la agenda pública. Comparamos con la cobertura de los medios gráficos y analizamos las diferencias. También vimos como la Ley de Medios Audiovisuales está influyendo en la agenda de los noticieros en beneficio del derecho a la identidad y a la privacidad de los chicos y chicas en temas graves en los que solían quedar expuestos como el abuso o la trata.



En este camino nos juntamos con el Observatorio de medios de la Universidad Austral que desde hace también ocho años, realiza informes sobre el estado de la televisión argentina. Juntos, unimos nuestros perfiles de conocimiento sobre indicadores de Infancia, medios y televisión y diseñamos un monitoreo único que es el puntapié inicial de lo que esperamos sea un cambio en la percepción social de nuestros niños y jóvenes, empezando por los productores y periodistas.



Para este trabajo, contamos con el auspicio principal de la Fundación Telefonica y el apoyo de Adecco, ambas organizaciones estuvieron comprometidas desde el primer día con la importancia de tener esta radiografía para mejorar la calidad del periodismo televisivo en un tema tan sensible y creador de imaginarios colectivos. En pocos días se presentarán los datos con el análisis de los protagonistas: Guillermo Andino, Rodolfo Barilli, Pablo Sirven, Damián F. Pedemonte y Adriana Amado entre otros comentaran los resultados.



En estos momentos se encuentra en marcha el segundo informe: La niñez en los noticieros 2011. Todos los informes anteriores están disponibles en la página de Periodismo Social y en el Facebook..



Mas información: www.periodismosocial.net