La TV bajo la lupa



Por Alicia Cytrynblum

Presidenta de Periodismo Social



Periodismo Social transita su octavo año de análisis sobre el comportamiento de 22 diarios en relación a la infancia y adolescencia. Este año dimos un salto cualitativo y por primera vez medimos la calidad de la cobertura de la Niñez en los cinco noticieros de la noche en el área metropolitana: Telenoche, Telefé, Telenueve, América, y Visión 7. Nos pusimos a “mirar” la televisión con un eje centrado en los Derechos tanto promovidos como vulnerados de nuestros chicos y chicas, el grupo que atañe nada menos, que al 35 por ciento de la población del país y cuyo acceso a la salud, educación, y vivienda es el más sensible de las franjas etarias junto a los adultos mayores.

Quisimos ver como los mostraba la Tele, ese enorme penetrador de hogares, siempre encendido, creador de estereotipos o por el contrario, en su mejor versión, (pero en cuentagotas): difusor de derechos. Para eso desmenuzamos noticias, analizamos sus fuentes informativas, miramos cuantas fueron y cuanto tiempo dedicaron a las noticias de los más jóvenes de nuestra sociedad que son quienes más lo necesitan, con que óptica, a quienes atendieron, quienes están en la pantalla o por el contrario a quienes no figuran en la agenda pública. Comparamos con la cobertura de los medios gráficos y analizamos las diferencias. También vimos como la Ley de Medios Audiovisuales está influyendo en la agenda de los noticieros en beneficio del derecho a la identidad y a la privacidad de los chicos y chicas en temas graves en los que solían quedar expuestos como el abuso o la trata.



En este camino nos juntamos con el Observatorio de medios de la Universidad Austral que desde hace también ocho años, realiza informes sobre el estado de la televisión argentina. Juntos, unimos nuestros perfiles de conocimiento sobre indicadores de Infancia, medios y televisión y diseñamos un monitoreo único que es el puntapié inicial de lo que esperamos sea un cambio en la percepción social de nuestros niños y jóvenes, empezando por los productores y periodistas.



Para este trabajo, contamos con el auspicio principal de la Fundación Telefonica y el apoyo de Adecco, ambas organizaciones estuvieron comprometidas desde el primer día con la importancia de tener esta radiografía para mejorar la calidad del periodismo televisivo en un tema tan sensible y creador de imaginarios colectivos. En pocos días se presentarán los datos con el análisis de los protagonistas: Guillermo Andino, Rodolfo Barilli, Pablo Sirven, Damián F. Pedemonte y Adriana Amado entre otros comentaran los resultados.



En estos momentos se encuentra en marcha el segundo informe: La niñez en los noticieros 2011. Todos los informes anteriores están disponibles en la página de Periodismo Social y en el Facebook..



Mas información: www.periodismosocial.net

Un nuevo liderazgo para un nuevo mundo

Un nuevo liderazgo para un nuevo mundo

Alicia Cytrynblum



Londres, Santiago de Chile, Madrid, El Cairo, ¿qué tienen en común estas capitales tan distantes en kilómetros, en culturas y hasta en poderío económico? En este convulsionado 2011, el denominador es la inconformidad y la falta de representación. No hay líderes para este momento. Los que existen tienen una autoridad formal dada por sus investiduras pero no de legitimidad en el ejercicio de sus cargos. Y para peor no son capaces de entender a sus votantes y que se mueven en escenarios volátiles. En este coctel su autoridad es arrasada por multitudes destituyentes. Aun no amanecieron nuevos liderazgos que entiendan esta complejidad cambiante y el mientras tanto es de una violencia viral que fue gestándose a lo largo de décadas de inequidad al interior de los países. La llamada “primavera árabe”, -a pesar de su nombre florido- se llevó puesto dictadores aunque no fue gratuita en vidas humanas. Y todavía son muchos quienes se lanzan a las calles como ultimo recurso ante tanta represión, años de humillación y de pobreza. “Valientes demostraron a Occidente”-dijo un editor de Al Jazeera,- y aclaró “había un pueblo además del tirano y Osama Bin Laden”

El efecto contagio, no tardó en llegar, y los indignados españoles el 15M, tomaron la puerta del sol, frustrados de ver que el pasado haya sido mejor que este presente desolador para sus parámetros de bienestar europeo. Algunos con títulos de postgrados pero con sueldos de camareros e hipotecas impagables de por vida se aglutinaron bajo un decálogo que firmaron pulcramente en Internet.     

Cómo en El Cairo, en Londres, la chispa para una semana de desmanes que encarnan el descontento, fue el asesinato brutal de un joven por parte de la policía en un barrio donde lo que sobra es violencia, y discriminación.

Allí, y en Chile al mismo tiempo con un gobierno autista como fondo, se expande como reguero de pólvora una juventud desencantada con el curso de un mundo en default, con el lugar que ocupa o que le va a tocar ocupar muy pronto.

En el centro de la escena, el dispositivo que cambió las posibilidades de casi todo accionar social; el celular, ese pequeño adminículo que permite la comunicación instantánea de miles de personas al mismo tiempo que son capaces de generar grandes movimientos, aunque todavía no se sabe en que sentido.

Estas miles o cientos de miles de personas expresan su disconformidad, pero aun no han conseguido una voz que las contenga.  Todavía no han logrado conformar su energía social en un movimiento propositivo y el mundo que más que nunca se encuentra en plena transformación, espera que los líderes tradicionales escuchen y se transformen, lo cual es auténticamente improbable, o que de este descontento surja un nuevo liderazgo que trascienda la queja y consiga una propuesta para un mundo que logre integrar los diferentes aspectos en un proyecto superador, de una economía inclusiva en servicio de las personas en cuidado del medioambiente. Un mundo más austero para algunos (¡que finalmente no pueden viajar en dos autos al mismo tiempo!) pero mucho más generoso para millones que apenas logran hacer una comida al día. Estamos en esa encrucijada. Al interior de cada país, sin importar el tamaño de su PBI. Nos estamos preguntado en que mundo queremos vivir, o en otras palabras, que vida queremos vivir y que estamos dispuestos a hacer para lograrlo.



Presidenta de Periodismo Social      

http://www.youtube.com/user/periodismosocialorg

En tres minutos podemos sintetizar el trabajo de Periodismo Social. Escuchamos sus comentarios.

Se debate el final de las imágenes religiosas en edificios públicos

Alicia Cytrynblum*

La semana próxima se tratará la prohibición de la presencia de imágenes religiosas en los edificios públicos en la Ciudad de Buenos Aires. Esto agudiza la discusión que tiene como uno de sus  protagonistas la posición católica y que desde una mirada exclusivamente propia, se pregunta: “¿a quién puede hacer mal una imagen religiosa católica en un edificio público?”. La respuesta a ese planteo que de tan inocente parece obvio aunque por eso mismo vale la pena contestarlo, porque nada más persuasivo y peligroso que la simpleza para algo que precisa un abordaje complejo. ¿A quién puede molestar una simple imagen religiosa católica que no hace nada ahí en una pared? Ensayemos algunas respuestas: A muchísima gente. Para empezar a cualquiera que no profese ese credo y se encuentre en inferioridad de condiciones. Esa persona podrá sentir que su “no ser católico” pueda perjudicarlo en un juzgado o una comisaria que desde sus ornamentaciones demuestra que sí lo es. Claramente, una imagen religiosa en un espacio donde se ejerce el poder como lo es un edificio público es un hecho de discriminación religiosa de gran riesgo sicológico para quienes no pertenecen a la religión dominante. Por otro lado, genera dentro del espacio donde la imagen está situada, el hecho inconsciente de que se debe favorecer a quienes profesan el catolicismo por encima de los demás. Se debe agregar un riesgo extra, los trabajadores del mismo espacio que no son católicos, que puedan vivir fantasmas, ciertos o no, que existan techos de cristal para posibles promociones o estancamientos de sus carreras.

Un caso concreto, por bastante tiempo, quienes buscaban adoptar, cuando había organizaciones sociales encargadas de realizar carpetas de antecedentes, por ejemplo, circulaba el rumor que los aspirantes que habían realizado su carpeta en el hogar “San José”, de origen católico, recibieron niños o niñas en adopción más frecuentemente que los que lo hicieron en otras organizaciones o en el mismo Estado. Como no existen datos fehacientes es difícil de comprobar la realidad de este hecho, pero sirve el rumor para ver como incide la percepción de la combinación religión mayoritaria-Estado nacional es vulneratoria de las necesidades de las minorías.   

Otras personas que pueden sentirse excluidas son quienes profesan otras religiones o ninguna, y que forman parte del intenso e integrado entramado social de nuestro país y sólo cuando se encuentran con las imágenes religiosas en espacios públicos advierten, por primera vez,  que pueden ser discriminadas y se sienten diferentes y en riesgo potencial. En ese lugar, se enteran que hay espacios muy importantes como la justicia o la policía, que se supone que deben ser ciegas a las diferencias.

Por lo tanto, nuestro país pionero en leyes antidiscriminación, se debe un debate serio y profundo que vaya más allá de preguntas simplificadoras, y de gran penetración por su extrema simpleza, que miren el país desde una percepción decimonónica cuando todo era cristiano, antes del primer aluvión inmigratorio que trajo tanta variedad de religiones y culturas para nunca parar, que la da riqueza a cada una de las expresiones de nuestra cultura, e incorpore la diversidad y la fortaleza de la sociedad argentina en su conjunto a esta actualidad de 2011, donde priman los derechos civiles que pone el acento en la inclusión de cada uno de sus habitantes como una conquista que mejora la vida social en su conjunto.

*Presidenta Periodismo Social